El sábado estuve en el pantano con el Liante, unos amigos, los Sres de Naranja y con el que se está convirtiendo rápidamente en Miniñofavorito (MNF). Llegamos a la hora de comer, estuvimos de charleta, nos bajamos a la barca y esperamos a que llegaran con los juguetes. El Bicho se volvía loca con el agua, tirándose casi de cabeza y a por nota. Es un ser independiente y me encanta ver que ha superado el miedo a las olas.
Yo estaba en la barca, leyendo cotilleos, escuchando GnR y enseñándole a MNF a hacer los devil's horns y decir "Metaaaaaal". Cuando nos trajeron los juguetes decidimos empezar por el Aligator y estuvimos haciendo el chorra con nuestro plátano particular. Yo me bajé la primera porque siempre tengo miedo de que empiece la congelación dedil y cuando MNF se había caído un par de veces superando su miedo a las hostias en el agua, volvió a la barca y le arropé con una toalla. Acto seguido trepó para sentarse en mi regazo y así nos quedamos abrazaditos durante un buen rato mientras se le pasaba la tiritona.
Y de ahí no se bajó, se dio la vuelta para observar cómo hacían wake y enrolló las piernas alrededor de mis pantorrillas mientras me acariciaba el brazo con un dedito.
Cuando me tocó el turno con la tabla se levantó, se puso en el asiento de delante con su madre y estuve dándolo todo hasta que noté un cosquilleo dactilar que significaba que era hora de dejarlo. Entonces volvió a sentarse conmigo, a hacerme cosquillitas, reírse, jugar a ser un puente, tirarle patatas a Silva, jugar a pressing catch, decirme que sus tatus de la pandilla drakis molan más que los míos de verdad y a decirme que tenía cara de gazpacho.
Hemos quedado ya en que le llevaré al Bernabéu, a su primer concierto de metal y a hacerse su primer tatuaje.
Mantendré mi promesa!!
Durante esas horas que pasamos juntos, durante las que hablábamos o estábamos callados observando a la gente, mi di cuenta de por qué la gente tiene hijos. Por esos pequeños momentos. Supongo que eso es lo que hace que todo merezca la pena.
Sigue sin convencerme, no puedo imaginarme tener que convivir con un ser que llegue a odiarme tanto como yo odié. Sufrir una adolescencia como la mía. Eso sería terrible. Pero ahora os entiendo. Ahora entiendo muchas cosas que antes no me había planteado.