Hola me llamo DED y soy autónoma. Jo, qué guay, qué envidia, trabajas cuando quieres, te organizas como quieres, estás todo el día por ahí de juerga loca...
Ya... Claro.
Cuántas veces he tenido que soportar ese discursito, y sí, no me quejo para nada de mi situación y sí, puedo organizarme el trabajo y las entregas más o menos a mi aire y sí, puedo llevarme el trabajo adónde quiera y, también, creo que moriría de asfixia si tuviera un trabajo de oficina de 9 a 5 pero no todo es color de rosa. Mi oficina nunca cierra, cuando tengo un texto pendiente, sigue pendiente mientras yo estoy viendo a Betty pululando por Mode o mientras me tomo cuatro copas el jueves a las 4 de la mañana. Yo no me marcho a casa y me olvido hasta mañana.
El hecho de que me pase un martes por la mañana de compras significa que probablemente esté currando luego hasta las 11 de la noche o que el sábado me lo pase delante del ordenador. ¿Me importa? No, por eso lo hago, pero que nadie se flipe pensando que trabajo 2 horas al día y me forro.
Como soy bastante workaholic, mis clientes (y los de todos los autónomos, me temo) tienen la mala costumbre de pensar que mi jornada laboral dura 24 horas y que trabajo 7 días a la semana... y que sólo tengo ojos para ellos, claro. Los viernes por la tarde sale toda la escoria a pasear y sobre las 18:55 empiezan a llegar emails sin ningún tipo de pudor, pidiendo entregas para el lunes... a primera hora!!!
Los realmente atrevidos utilizan la ofensiva del móvil, qué invento del infierno. Muy útil sí, pero las llamadas ocultas y los números de centralita son amigos de satán. Yo no suelo coger llamadas de números que no conozco (ni de los que sí conozco!!), siempre me dan muy mala espina. De hecho paso bastante del móvil, los que llaman suelen ir con malas intenciones. Si me vas a mandar una traducción, usa el email, como siempre, para que pueda ver el texto, pensármelo y darte mi opinión... cuando los clientes llaman siempre es para enmarronarte. "Es muy fácil" (rocket science), "Cortito" (no baja de 2000), "Son como unas 3000" (3999 no lo dudo). Se les ve el plumero porque por teléfono siempre es mucho más complicado dar largas, no se pueden hacer tantas preguntas sin que sea demasiado obvio que si es un contrato coñazo de 7 páginas lo va a traducir Rita mientras que si es un artículo de 15 páginas sobre la moda en el LES lo hago para mañana sin pestañear.
Así que desde aquí digo no al acoso de fin de semana mientras me escondo porque uy!... me llaman!!!
Ya... Claro.
Cuántas veces he tenido que soportar ese discursito, y sí, no me quejo para nada de mi situación y sí, puedo organizarme el trabajo y las entregas más o menos a mi aire y sí, puedo llevarme el trabajo adónde quiera y, también, creo que moriría de asfixia si tuviera un trabajo de oficina de 9 a 5 pero no todo es color de rosa. Mi oficina nunca cierra, cuando tengo un texto pendiente, sigue pendiente mientras yo estoy viendo a Betty pululando por Mode o mientras me tomo cuatro copas el jueves a las 4 de la mañana. Yo no me marcho a casa y me olvido hasta mañana.
El hecho de que me pase un martes por la mañana de compras significa que probablemente esté currando luego hasta las 11 de la noche o que el sábado me lo pase delante del ordenador. ¿Me importa? No, por eso lo hago, pero que nadie se flipe pensando que trabajo 2 horas al día y me forro.
Como soy bastante workaholic, mis clientes (y los de todos los autónomos, me temo) tienen la mala costumbre de pensar que mi jornada laboral dura 24 horas y que trabajo 7 días a la semana... y que sólo tengo ojos para ellos, claro. Los viernes por la tarde sale toda la escoria a pasear y sobre las 18:55 empiezan a llegar emails sin ningún tipo de pudor, pidiendo entregas para el lunes... a primera hora!!!
Los realmente atrevidos utilizan la ofensiva del móvil, qué invento del infierno. Muy útil sí, pero las llamadas ocultas y los números de centralita son amigos de satán. Yo no suelo coger llamadas de números que no conozco (ni de los que sí conozco!!), siempre me dan muy mala espina. De hecho paso bastante del móvil, los que llaman suelen ir con malas intenciones. Si me vas a mandar una traducción, usa el email, como siempre, para que pueda ver el texto, pensármelo y darte mi opinión... cuando los clientes llaman siempre es para enmarronarte. "Es muy fácil" (rocket science), "Cortito" (no baja de 2000), "Son como unas 3000" (3999 no lo dudo). Se les ve el plumero porque por teléfono siempre es mucho más complicado dar largas, no se pueden hacer tantas preguntas sin que sea demasiado obvio que si es un contrato coñazo de 7 páginas lo va a traducir Rita mientras que si es un artículo de 15 páginas sobre la moda en el LES lo hago para mañana sin pestañear.
Así que desde aquí digo no al acoso de fin de semana mientras me escondo porque uy!... me llaman!!!
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