Hoy ha sido otro día de ups and downs como viene siendo habitual lately. Después de semanas de llamadas en las que al final optaba por presentar antes al bicho que a mí misma y recibía la misma respuesta una y otra vez, negativa en todos los casos, ayer por fin a un casero le pareció bien que tuviera animal de compañía. Y para allá que me fui a ver el micropiso en el que habitaré durante un año. Bueno, se supone... porque al no tener nómina tengo que pasar el suitability casting para ver si les parece bien que alquile su vivienda... hay que joderse con el tema de los autónomos, creo que todo se hizo pensando en cómo complicarnos más la vida a nosotros.
El caso es que mi supuesto nuevo piso es micropiso pero tiene su habitación, baño y cocina además de un salón que dividiré con el sofá para crearme una zona de descanso y otra de trabajo... desde la que observaré la miniterraza y la piscina de Melrose Place.
Sí amigos, a partir de ahora podéis llamarme Sydney, que siempre fue mi personaje favorito depués de la loca de Kimberly, pero no querría que me llamarais Kim por el tema de la frente, que yo soy muy tonta y no quisiera que un mote absurdo acabara haciendo que me creciera la parte delantera de la cara. Todo puede pasar en esta vida.
Si paso el casting y sigo en la academia, la semana que viene podría firmar el contrato y comenzar a disfrutar de mi pisito de soltera cuando vuelva de la isla mágica.
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