Death of a disco dancer

Felicidad, como los anuncios de la gama Kinder, eso siento hoy, que sigo on a high desde anoche.
Todo ha merecido la pena. A pesar de que el sábado del Summercase estaba plagado de grupos que me vuelven loca, Mozza llevaba 23 años sin venir por aquí, de hecho cuando dio ese concierto con The Smiths en la fiestas del 2 de mayo (o de San Isidro, whatever) yo todavía ni vivía en este país! Y como ya nos conocemos, no podía arriesgar quedarme sin, por mucho que se me ofreciera en el festi que se celebra prácticamente en el jardín de mi casa.
El fin de semana comenzó con una gloriosa noche de viernes que estuvo marcada por el jajismo, tan habitual en mi vida últimamente!!! Sólo puedo decir que debería recordar meter las gafas de sol en el bolso al salir, aunque eso seguro que mataría toda posibilidad de fiesta hasta el amanecer.
Tras llegar a las 8 de la mañana a casa me acosté a lo Greta Garbo, con mi sempiterno antifaz acompañado en esta ocasión de tapones, porque una es digna hasta la exageración cuando se ha quedado a desayunar y luego tiene que ver uno de los conciertos más importantes de su vida. Que no se diga.
A las 18:15, con los nervios a flor de piel, partimos de Chez Lotti para lidiar con el calor y la falta de asistencia. Ya sabíamos que iba a haber poca gente, pero desde luego creo que visto lo visto, el año que viene o cambian de fechas o ni lo celebran. Aparcamos en la puerta y sin cola de ningún tipo llegamos al recinto que estaba a pleno solaco.
Los Rumble Strips ya estaban tocando, pero no le interesaban a nadie. Pete salió con la puntualidad que uno esperaría de un británico y empezó un cuarto de hora antes de tiempo. Divino él, me encanta el look traje con su clavel y su corbata, aunque el gorro me tiene un poco saturada, sobre todo por el calorazo que hacía ayer en Madrid y la cantidad de seguidores coñazo que pueblan todos los clubs nocturnos de la zona. Iba acompañado del último mohicano y de Lou Reed, una combinación bastante curiosa para un concierto que no estuvo mal. Fuck forever, baby.
Cruzándonos con los oscuros que lo pasaron fatal por el calor pero principalmente porque las sillas estaban cubiertas de un polvo blanco que les mataba el look sin que sus amigos les dijeran nada, porque claro, los gothies son tan afectados que probablemente no puedan tocarse los unos a los otros para sacudirse la cal del culo (que esto no suene a crítica, por Satán, que yo los amo hasta el amanecer), nos fuimos a bocatear, aunque luego decidimos que éramos mucho más divinos que un bocata de lomo y nos fuimos al puesto de crèpes, donde no había cola.
Cenamos a ritmo de Siouxsie que no es santa de mi devoción pero encima me dio bastante chungo ver su moreno Algo pasa con Mary y su modelito. No sé qué me dio más miedo, pero desde luego que el look Xanadu sobresalía de entre la oscuridad que yo auguraba. Pero qué poco Goth!
Más nerviosa que ninguna, cuando acabó la amiga del UVA nos fuimos a coger sitio para ver el único concierto que de verdad importaba, estaba a unos minutos (45 qué pasa, pero ya eran minutos y no horas) de ver a SPM!!
Con un fondo de mugshots de los años 50, Mozza nos deleitó primero con vídeos en blanco y negro de BB, Johnny Hallyday y cine social británico. Claros referentes todos ellos, sobre todo la amiga Brigitte.
Y entonces, cuando ya me había mordido todas las uñas de las dos manos, salió él. Con una camisa rosa que tardó cinco segundos en empaparse en sudor, nos preguntaba cómo podíamos sobrevivir con el calor madrileño y estuvo simpatiquísimo. Toco pocos clásicos básicos, pero me dio igual, eran todos temazos, y me encanta que los artistas toquen viejos clásicos with a twist. Una versión de los Buzzcocks y un cambio de camisa durante el fade out de Death of a disco dancer y todos rendidos a sus pies. Cayeron canciones de los Smiths (Ask, Vicar in a tutu...) e incluso presentó un tema nuevo... "Will you be able to stand a new song?". Mira majo, por mí como si te quieres cantar el repertorio entero de las Spice Girls, mientras estés ahí en el escenario y me hables, todo me da igual!! La camisa marrón salió ya con manchas de sudor pectoral y acabó rasgándosela antes de terminar el repertorio, con el apoteósico How soon is now? y la locura generalizada. Quizá eché de menos que tocara Panic o Every day is like Sunday o November spawned a monster... pero me da igual, no puedo poner ni una sola pega... Bueno, sí que por mí podría haber durado unas 3 horitas más!!! Puesta a pedir...
Cuando acabó se marchó todo el mundo, hasta el punto de que estábamos esperando a MBV en segunda fila... Yo, en segunda fila!!!! Increíble pero cierto. Cuando quedaban diez minutos para que empezara miré hacia atrás y vi que había ya un par de filas de más para mantener a raya mi claustrofobia así que dejé solos a los Nens y me fui al lateral... a primera fila... PRIMERA fila, yo. Inaudito! Una hora estuvieron haciendo que sangraran mis oídos con su noise... ni en conciertos de trash metal había sentido que las vibraciones de sonido me rodeaban. Estuvieron sosos pero correctos aunque con el último tema yo, y todos los que tenía alrededor, acabamos tapándonos los oídos, porque el ruido era excesivo. Y así con los dedos metidos en los oídos, MBV suenan a aspiradora, ni a olas del mar ni a nada bucólico como decía Didi, suenan a aspiradora.
Hot Chip se hicieron esperar, tanto que acabaron tocando poquísimo, tan poco tan poco que sólo fue media hora, pero media hora de bailoteo divertido con cancionzacas del momento. En cuanto tocaron el single nuevo se despidieron... sería porque había que montar el ridículo escenario del ridículo Mika con todas sus flores y sus candycane y sus fondos. Qué horror!!! En realidad ni íbamos a quedarnos pero al final decidimos aguantar porque total, ya que estábamos allí... pero fatal, a la segunda canción yo ya quería irme y cuando con la tercera se sentó detrás del piano para ponerse tierno miré a Pavel y le rogué que nos fuéramos de allí a toda prisa, porque a pesar de que yo seguía buzzing, no quería que un falsete resquebrajara mi subidón.
Coñazos los justos.