10/07/2008

Jajismo

Ayer tuve un día jajino. En realidad podría decirse que toda yo soy siempre bastante jajina pero existen situaciones, y sobre todo personas, que multiplican mi jajismo por 1000. El Hermanísimo es el máximo exponente de casi todos mis giggle attacks, pero tampoco cuesta mucho hacerme reír... de hecho cualquier momento CCPP o de humor absurdo suele tener un 100% de posibilidades de carcajada.
A lo que iba. Ayer el Sr. Lafontaine celebró su cumpleaños sin celebrarlo así que brindamos por su nuevo y flamante contrato laboral... toda una hazaña en estos tiempos que corren. Yo había empezado la tarde con unas compras repentinas, que siempre son las mejores... muchas veces los planes compriles se ven demasiado sugestionados por la preparación, y por muchas ganas que una tenga, es imposible comprarse nada porque se va demasiado predispuesta. Ayer no, ayer estaba yo buscando piso y recibiendo negativas por todas partes por el hecho de vivir con un ser peludo hasta que dije "Basta ya!" y decidí que el Club Tijeritas necesitaba irse de compras, porque hay que aprovechar estos últimos momentos en los que no necesite coger un avión para hacer compras repentinas (aunque eso también va a tener su rollo, no digo yo que no!!!). Y para allá que nos fuimos. Sólo me compré dos vestidos, y digo sólo porque entre bicismoteras podría haberme comprado cinco vestido y haberme quedado tan ancha... Y un bikini de Pesadilla antes de Navidad, mara-vi-llo-so!!
Después de un intento de cañas europeas sin caña conseguimos una mesa en la que un poeta urbano nos piropeó y luego me marché corriendo al Reino Verde, que es la nueva designación que he decidido darle a Chez Lafontaine porque huele desde el ascensor... y eso que yo subí por las escaleras.
Con los opiáceos rulando por las venas floté hasta el restaurante donde me senté en el mejor sitio y me reí desde que posé el culo en el asiento hasta que nos fuimos al Templo del Gato, mi nuevo local, hasta volver rodando a Chez Lafontaine. Y ahí empezó lo mejor.
Cuando me marché del Reino Verde me dolía tanto la costilla que tenía que sujetármela incluso para andar por la calle y los silencios eran tan graciosos que Loti hablaba de cualquier cosa con tal de llenarlos... y eso que el fin de semana acaba de empezar!!!
En esta nueva etapa, Wednesday is the new Friday!!!

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