Ayer después de irme de compras y triunfar en la sección infantil y comprarme unas maravillosas botas blancas de modette que necesitan urgentemente subirse a una Vespa multiespejos, volví a casa y me encontré con más trabajo que nunca. Decidí que la mejor opción era ignorarlo y ponerme a comer porque estaba nevando y porque luego se me olvida y a las 7 me doy cuenta de que oigo ruidos que en realidad no provienen del ascensor del Overlook sino de mi tripa y eso es mal.
Saqué a la perra y me dispuse a currar como una loca pero todo era tan aburrido que mi poder de concentración bajó a mínimos insospechables con lo que lo mejor que podía hacer era irme antes a kick donde provoqué mi primer ojo morado, sin querer, me comí un upper (ufffffff!!!) que ha vuelto a despertar el dolor costillar veranil y volví a casa con las tibias finas finas.
Saqué a la perra y vi True Blood mientras cenaba, ya me queda sólo el season finale y sigue sin engancharme del todo. Pero salen vampiros y aguantaré como una jabata.
Ponerme a currar a las 12 de la noche me parecía jarcor incluso para mí, pero me hice un par de paginillas para intentar calmar el estrés y me fui a la cama con Jack, aunque tuve que dejar de leer después de sólo un capítulo porque Danny ya está llamando a Halloran y me entra mucho miedito a las 2 de la mañana... hasta el punto de que me había dejado una luz puesta y casi no me levanto a apagarla.
Esta mañana me he despertado sin internet y me he venido a casa del Hermanísimo para currar, y sin embargo aquí estoy, blogging que te blogging. Aunque he entregado ya tres textos y me quedan otros dos que son para el jueves y el viernes.
Me siento un poco Ferris Bueller pero con magulladuras en la cara... no son del kick... es el estrés... Cuando estoy a tope me dedico a rascarme por la noche y a amanecer con la frente llena de arañazos.
Saqué a la perra y me dispuse a currar como una loca pero todo era tan aburrido que mi poder de concentración bajó a mínimos insospechables con lo que lo mejor que podía hacer era irme antes a kick donde provoqué mi primer ojo morado, sin querer, me comí un upper (ufffffff!!!) que ha vuelto a despertar el dolor costillar veranil y volví a casa con las tibias finas finas.
Saqué a la perra y vi True Blood mientras cenaba, ya me queda sólo el season finale y sigue sin engancharme del todo. Pero salen vampiros y aguantaré como una jabata.
Ponerme a currar a las 12 de la noche me parecía jarcor incluso para mí, pero me hice un par de paginillas para intentar calmar el estrés y me fui a la cama con Jack, aunque tuve que dejar de leer después de sólo un capítulo porque Danny ya está llamando a Halloran y me entra mucho miedito a las 2 de la mañana... hasta el punto de que me había dejado una luz puesta y casi no me levanto a apagarla.
Esta mañana me he despertado sin internet y me he venido a casa del Hermanísimo para currar, y sin embargo aquí estoy, blogging que te blogging. Aunque he entregado ya tres textos y me quedan otros dos que son para el jueves y el viernes.
Me siento un poco Ferris Bueller pero con magulladuras en la cara... no son del kick... es el estrés... Cuando estoy a tope me dedico a rascarme por la noche y a amanecer con la frente llena de arañazos.
1 comment:
¿Señor Halloran, Qué hay en la 237?
Creo que un día sin internet es mas terrorífico que toda la obra de Stephen King junta.
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