Pero paso. P-A-S-O.
Ayer el subidón de azúcar de unas tortitas inesperadas provocó un giggle-fest granizado-motorizado que me acompañó hasta volver a Melrose antes de tocar la pared y salir de nuevo a bailotear a ritmo de Las Franciscas y Micachu antes de la alocada sesión mapache de Slayer vs Britney. Era justo lo que necesitaba. Gracias.
Hoy hace un año que me rompí el dedo del pie.
No comments:
Post a Comment