26/10/2011

Basta

Cuando era adolescente (quizá por el tiempo que me sobraba dado que nunca jamás hacía los deberes y los MD me la soplaban y mucho) tenía que terminarlo todo (menos los deberes). Me leía pestiños increíbles, soporíferos e insoportables. ¿Por qué?, os preguntaréis, pues porque operaba por la máxima del Mastermind, "I've started so I'll finish".
Un día cuando ya era una chica JASP (no) que vivía sola y trabajaba por su cuenta me encontré scanning and skimming un libro de Zzzzz (recuerdo la portada pero no el título ni el autor) y me dije a mí misma que enough is enough. Acaso no tenía yo cosas mejores que hacer?? Vale que entonces no había eztv y nadie nos descargábamos series, pero seguro que estaban poniendo Buffy o alguna serie chorra en Antena 3. A partir de entonces no miré atrás, y ahora puedo afirmar sin que se me quiebre la voz que tengo por casa algunos libros que me he empezado y he dejado sin avanzar más que 20 páginas.
Era un concepto que todavía no había aplicado a una serie y aguantaba como una jabata, relegando los visionados a la hora del desayuno o la hora de comer, series menores que podía escuchar desde la cocina mientras cocinaba o ver con un ojo mientras el otro se leía elpaís o theguardian (o más bien PerezHilton, u know what I mean).
Pero el verano pasado vi el primero de la cuarta de True Blood. Y pude superar mi adicción. No quiero decir que nunca haya dejado de ver una serie, porque ya había dejado de ver GossipGirl cuando se fueron a la universidad (sólo acompañé a la facultad a Buffy y porque sabía que no duraría mucho por allí, es rubia, after all), pero lo hice tras terminar la temporada. Nunca había dejado una serie que me había enganchado con la temporada a medias.
Pero después de (OJOCUIDAO) el momento hadas... HADAS!!! HADAS!!! Pero qué cojones me estás contando Alan Ball?!?! (OJOCUIDAO) sabía que esa serie no era para mí. La gente me animaba, Eric se me aparecía en sueños, pero yo ya había tomado una decisión. Y todos sabemos que mis decisiones son firmes, written in stone, yo pasaré a los anales de la historia como DED I, La Constante.
La semana pasada le tocó a BBT, el Show de Sheldon ya no puede más y está herido de muerte. Me dio alegrías, pero lo nuestro acabó. The Walking Dead empezó la semana pasada y salió una señora a la que le alegró la mañana encontrarse un vestidinchi nuevo en un maletero. Se volvió loquísima de contenta porque las chicas somos así. Nos das un vestido rojo y no hay zombie que nos embajone. Eso es así. Resultado: nuevo WD7 comprado, en papel, directo a mi estantería, pero lejos de mi ordenador.

No comments: