Una de las cosas que más odio de tener perro es pisar mierdas ajenas. Soy una persona muy respetuosa, siempre llevo bolsas de caca en los bolsillos de todos mis abrigos, sudaderas y en bolsillos interiores de los bolsos y en los casos en los que me quedo sin he llegado a recoger los regalos calentitos con un kleenex. Muy agradable, oiga.
Es por ello que me pone de una mala hostia tremenda pisar una mierda ajena por ir a recoger la de mi perra. La semana pasada no solo pisé una ñorda, ¡casi me mato por su culpa!
Césped húmero, regalito humeante y pendiente, resultado casi me rebozo en mierda. Afortunadamente no me caí y 'sólo' manché las Vans... las dos... de bota... hasta los tobillos.
Fue súper agradable dar el resto del paseo temerosa por si desprendía un olor repugnante... Aunque todo se arregló al encontrarme con Pseudosobri, porque sabía que si la cosa ponía tensa siempre podía echarle la culpa a sus pañales.
11/12/2013
10/12/2013
Mandela a mi manera
Desde que murió Mandela la semana pasada tengo el odio disparado. Por supuesto no le odio a él, pobrecito, que parecía un peluche, sino al hecho de que por su culpa no dejen de poner música africana en todos lados.
Prefiero escuchar cumbia o Radiolé (la emisora, no el grupo de Oxford) durante horas antes que volver a ver una sola imagen con esta música de fondo. (¡OJO! Que acabo de enterarme de que esa canción NO es de la BSO de El Rey León. Toda una vida engañada).
Hoy ha sido el funeral, por lo que imagino que ya relajarán un poco los informativos y volverán a regalarnos emotivos reportajes sobre la subida del precio del marisco en estas fechas, y me ha sorprendido que los telediarios españoles remarcaran tanto que los sudafricanos hubieran montado una 'fiesta' para celebrar la vida de un hombre que tanto había hecho por su país.
Afortunadamente no he ido a muchos funerales en mi vida, pero en los pocos que he estado siempre me sorprende esa gran diferencia entre España y UK. Desde luego en el caso de Mandela, el pueblo celebra todos sus logros, pero banalizando un poco diré que IMHO todos los funerales deberían ser celebraciones, UK style. Cuando murió mi abuelo, mis padres seguían viviendo en la casa con jardín por lo que aprovechamos para reunirnos allí toda la familia y celebramos una 'fiesta'. Nos lo pasamos en grande, nos reímos muchísimo recordando todo tipo de anécdotas y aventuras. Con esto no quiero decir que seamos una familia de insensibles, puesto que también estábamos tristes y lloramos, de hecho se me caen las lagrimas mientras escribo estas palabras, pero fue todo de otra manera. En vez de centrarnos en lo duro que sería todo para mi abuela a partir de entonces, del vacío que sentirían mi padre y mi tía, pasamos las horas celebrando todo lo que fue mi abuelo, sus triunfos y sus fracasos y el recorrido de toda una vida.
No se me ocurre una manera mejor de despedirnos de alguien.
Prefiero escuchar cumbia o Radiolé (la emisora, no el grupo de Oxford) durante horas antes que volver a ver una sola imagen con esta música de fondo. (¡OJO! Que acabo de enterarme de que esa canción NO es de la BSO de El Rey León. Toda una vida engañada).
Hoy ha sido el funeral, por lo que imagino que ya relajarán un poco los informativos y volverán a regalarnos emotivos reportajes sobre la subida del precio del marisco en estas fechas, y me ha sorprendido que los telediarios españoles remarcaran tanto que los sudafricanos hubieran montado una 'fiesta' para celebrar la vida de un hombre que tanto había hecho por su país.
Afortunadamente no he ido a muchos funerales en mi vida, pero en los pocos que he estado siempre me sorprende esa gran diferencia entre España y UK. Desde luego en el caso de Mandela, el pueblo celebra todos sus logros, pero banalizando un poco diré que IMHO todos los funerales deberían ser celebraciones, UK style. Cuando murió mi abuelo, mis padres seguían viviendo en la casa con jardín por lo que aprovechamos para reunirnos allí toda la familia y celebramos una 'fiesta'. Nos lo pasamos en grande, nos reímos muchísimo recordando todo tipo de anécdotas y aventuras. Con esto no quiero decir que seamos una familia de insensibles, puesto que también estábamos tristes y lloramos, de hecho se me caen las lagrimas mientras escribo estas palabras, pero fue todo de otra manera. En vez de centrarnos en lo duro que sería todo para mi abuela a partir de entonces, del vacío que sentirían mi padre y mi tía, pasamos las horas celebrando todo lo que fue mi abuelo, sus triunfos y sus fracasos y el recorrido de toda una vida.
No se me ocurre una manera mejor de despedirnos de alguien.
08/12/2013
Sister, sister
Mi hermano ha vuelto a hacerse daño en la rodilla.
Estaba yo tan ricamente leyéndome un cómic acurrucada en el sofá con Nara dándome calorcito cuando sonó el teléfono. Vi que era el Hermanísimo y dada la hora pensé que me llamaba para invitarse/me a comer, pero no. Fue más bien una llamada parecida al timbrazo que recibí años atrás. Esta vez no había sido el fútbol sino el ténis, pero la pierna y la rodilla eran las mismas.
Tanto su novia como mis padres estaban de puente, así que acudí rauda y veloz (después de tender las Vans [esta historia se merece un post aparte] y de hacer un sandwich de pavo). Realizamos el viaje en coche hasta urgencias en silencio sepulcral. Al principio había intentado payasear y hablar con él, pero vi que no servía para nada. Tenía la mente ocupada en otras cosas. Como cuando viaja en avión, pero sin que le suden tanto las manos.
Afortunadamente parece que el ligamento está bien y es cosa de menisco, algo que a una persona normal le preocuparía, pero que a mi hermano le produjo una sonrisa de oreja a oreja. "De esas operaciones sueles salir andando y rehabilitación de pocos meses".
Fingers crossed.
Estaba yo tan ricamente leyéndome un cómic acurrucada en el sofá con Nara dándome calorcito cuando sonó el teléfono. Vi que era el Hermanísimo y dada la hora pensé que me llamaba para invitarse/me a comer, pero no. Fue más bien una llamada parecida al timbrazo que recibí años atrás. Esta vez no había sido el fútbol sino el ténis, pero la pierna y la rodilla eran las mismas.
Tanto su novia como mis padres estaban de puente, así que acudí rauda y veloz (después de tender las Vans [esta historia se merece un post aparte] y de hacer un sandwich de pavo). Realizamos el viaje en coche hasta urgencias en silencio sepulcral. Al principio había intentado payasear y hablar con él, pero vi que no servía para nada. Tenía la mente ocupada en otras cosas. Como cuando viaja en avión, pero sin que le suden tanto las manos.
Afortunadamente parece que el ligamento está bien y es cosa de menisco, algo que a una persona normal le preocuparía, pero que a mi hermano le produjo una sonrisa de oreja a oreja. "De esas operaciones sueles salir andando y rehabilitación de pocos meses".
Fingers crossed.
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